Cómo sacarle provecho a tu práctica de yoga

Para muchxs, practicar yoga representa una oportunidad para despejarse, soltar tensiones y meditar sobre la vida; todo mientras se estira y se fortalece el cuerpo (y la mente) a través de una variedad de posturas y ejercicios de respiración. Para otros, la yoga es una forma divertida y relajante de mover el cuerpo. No obstante, hay quienes practican yoga frecuentemente, pero aun así no han notado ningún cambio positivo en su día a día. Existen varias razones por las cuales esto sucede. Si usted es una de estas personas, no se preocupe; en breve podrá leer algunos tips útiles para sacarle el máximo provecho a su práctica personal de yoga.

1. Establecer una intención antes de cada práctica

No importa qué tipo de yoga usted frecuenta practicar (ya sea Vinyasa, Ashtanga, Hatha, Bikram o Kundalini, por mencionar algunas), es sumamente importante que usted fije una intención antes de la práctica. En pocas palabras, una intención es cualquier meta, mantra o pensamiento que usted cree con el fin de cultivar una virtud positiva en ti mismx. También, puede ser visto como una forma de manifestación, de modo que la intención se repita una y otra vez hasta que se vuelva realidad. Uno de los objetivos principales de establecer una intención es tener un lugar adonde ir cada vez que nuestras mentas se distraigan durante la experiencia de la práctica. Así que, la próxima vez que sientas que estás perdiendo la concentración durante tu sesión de yoga, intenta repetirte la intención que seleccionaste para que veas la efectividad de esta estrategia.

2. Entender el Yoga

Si bien es cierto que aprendemos sobre la yoga cada vez que tomamos una clase, nunca está de más investigar por nuestra parte los fundamentos y las filosofías detrás de esta disciplina. Recuerda que la yoga es una tradición milenaria, por lo que han existido generaciones y generaciones de practicantes que han transmitido la esencia de esta disciplina a través de los años. Por tanto, siéntete en toda la libertad de leer libros, escuchar podcasts o ver videos que expliquen las enseñanzas y leyes espirituales del yoga en detalle. Esto no solo puede sembrar en ti una perspectiva más amplia y enfocada cada vez que practicas, sino que también puede cambiar tu vida diaria al concientizarte sobre las distintas lecciones de la yoga.

3. Sé consistente

La yoga es como cualquier disciplina: si no se practica consistentemente, es muy posible que los frutos de esta práctica se disuelvan o se pierdan completamente según pasa el tiempo. Por eso es sumamente importante que te comprometas a practicar con frecuencia, de manera que tanto tu cuerpo como tu mente se vean estimulados regularmente. Mientras más practiques, mayor será la flexibilidad de tu cuerpo y la fortaleza de tu mente, por lo que gradualmente notarás cómo las posturas se irán haciendo más fáciles. Si te sientes fatigadx o en busca de variedad, siempre puedes intentar asanas (posturas) nuevas o disciplinas diferentes de yoga.

4. Hazle caso a tu cuerpo

Este tip es sumamente importante ya que implica que tenemos que estar pendientes en todo momento a nuestro cuerpo y lo que este nos quiere transmitir antes, durante o después de la práctica. Esto incluye respetarlo cuando sentimos dolores o malestares. No te olvides que todos los cuerpos son diferentes, por lo que algunxs de nosotrxs podemos ser más susceptibles a lesiones o dolencias. Por esta razón, es imprescindible que optemos en todo momento por tomar la decisión que mejor beneficie a nuestro ser físicamente. Para lograrlo, existe una infinidad de modificaciones que usted puede tomar para reducir o prevenir el impacto a cualquier lesión física que usted pueda estar enfrentando. Si es principiante, o si aun no las conoce, pregúntele a su instructorx sobre qué asana usted puede realizar en el caso de que padezca de algún dolor o condición que dificulte su desempeño en la práctica.

5. Usa “props” y accesorios

Si eres principiante, o si sencillamente buscas variar tu repertorio de asanas, existe una gran variedad de accesorios o “props” de yoga que puedes usar para facilitar tu práctica. Entre los más populares, se encuentran los bloques de foam o corcho, los mats que sirven de soporte para las rodillas (“knee pads”), los “straps” o correas, los “blankets” o mantas, y las famosas ruedas Dharma (típicamente usadas para los “backbends” o posturas que activan la movilidad de la espalda). Con suficiente consistencia, el uso de estos soportes puede contribuir a tu práctica a largo plazo; de modo que algún día puedas realizar las posturas que has practicado sin los accesorios o soportes (si tu cuerpo te lo permite, por supuesto). De lo contrario, estos accesorios son tremendas alternativas para ir practicando poses que inicialmente parecen muy complejas.

Ahora que conoces algunas estrategias para maximizar los beneficios de la yoga, es hora de implementarlos en tu práctica diaria o semanal. Pero, sobre todo, es importante que nunca olvides que el tiempo y espacio que le dedicas a la yoga es completamente personal; y que, al fin y al cabo, es una práctica. Por tal motivo, no te frustres si aun no te salen ciertas asanas, o si se te hace muy difícil meditar o estar en paz total durante los últimos momentos del savasana. No existe tal cosa como la práctica o secuencia perfecta de yoga, así que no te presiones por alcanzar una perfección que, en este caso, no existe. Trátate con compasión siempre; no importa si estás dentro o fuera del mat. Y recuerda, la consistencia es la clave principal para poder cosechar los beneficios de esta hermosa disciplina.

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