La salud y bienestar de los empleados debe ser un aspecto primordial para el funcionamiento de todas las empresas. No obstante, el impacto sin precedente de la pandemia (covid-19), ha provocado que los empleadores alrededor del mundo reconozcan la necesidad de cuidar el bienestar a sus recursos humanos. Por lo tanto, es imperativo que los patronos conozcan acerca de estrategias específicas que aportan al wellness físico y emocional en sus espacios de trabajo.
Amoldarse a las Necesidades del Empleado
Muchas personas estarán renuentes a la posibilidad de regresar físicamente a los espacios laborales, ya que la idea de regresar a espacios compartidos podría ser estresante para varios empleados. Ante esta realidad, las empresas deben adoptar políticas flexibles que le permitan a su personal regresar a sus áreas de trabajo cuando se sientan a salvo y cómodos. Por otro lado, las organizaciones, que no acojan posturas beneficiosas para la salud emocional de sus trabajadores, podrían sufrir daños a sus reputaciones.
Normalizar la Comunicación
Durante la pandemia, el aislamiento social ha sido uno de los aspectos más desafiantes para muchas personas, ya que imposibilita la socialización diaria mediante actividades laborales. Por lo que las empresas deben enfocarse en la integración y comunicación mientras sus empleados regresan a trabajar. La interacción social puede efectuarse a través de actividades como las siguientes: 1) reuniones en línea, 2) actividades recreativas en línea, 3) designar un área segura en la oficina para actividades, 4) establecer grupos de trabajo remoto. De este modo, se les provee una opción segura para socializar y un sentido de normalidad a los empleados.
Considerar el Ajuste de Beneficios Laborales
De ser posible, los dueños de compañías deben considerar realizar ajustes menores a sus paquetes de beneficios para velar por la salud emocional de sus empleados. La actual no es propicia para que las corporaciones aumenten salarios u otras ofertas monetarias. Sin embargo, existen otros pasos mínimos que tengan un impacto significativo en la salud. Por ejemplo, las organizaciones podrían invertir en aplicaciones y programas profesionales de wellness corporativo que preserven la salud mental de sus trabajadores. Los servicios de bienestar corporativo ayudan con el manejo de estrés y otros problemas relacionados a su salud. Así, a través de una membresía con un costo relativamente ínfimo, las empresas pueden brindar herramientas especializadas para que los empleados se acoplen mentalmente a la nueva coyuntura.
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